domingo, 15 de abril de 2018

El aceite de oliva, un sector estratégico


1. La feria World Olive Oil: Expositores y tipos de aceite de oliva

Un total de 3.000 participantes profesionales de 30 países diferentes, 187 empresas oleícolas y todos los visitantes interesados, dieron vida al World Olive Oil, una feria de vital importancia para el sector y la economía.
Los expositores provenían de puntos de toda España y cada cual ofrecía un tipo de producto diferente relacionado con los procesos por los que pasa el aceite de oliva hasta que finalmente es embotellado. Los stands eran variados, desde almazaras de Jaén y escuelas del aceite de oliva de Valencia, hasta asociaciones y cooperativas oleícolas de la Alcarria, Barcelona y Madrid.
Algunos de ellos ofrecían en el Olive Oil Bar -espacio habilitado para muestras o catas de diferentes tipos de aceites-, talleres y charlas acompañadas de degustaciones del producto final en un entorno lleno de aromas y colores de diferentes tipos de aceites. Aquí se descubren los diversos sabores que puede esconder el ‘oro líquido’. Aceites procedentes de olivos de variedad acebuchina, arbequina, chetoui, hojiblanca, de manzanilla cacereña, picual o royal; de producciones integradas, convencionales, o ecológicas; transformados finalmente en aceites de oliva virgen extra de una calidad superior. Muchos de ellos con toques amargos, picantes, aromas frutados, y un sinfín de sensaciones y matices de los que se pudo disfrutar durante dos días, de mano de empresas como Aceitex, Oro de Cánava, o Moralia Green.

2. Investigación del sector: Mercado de la oferta y demanda

En primer lugar, respecto a la producción, cabe destacar que en los años 2016/2017 se produjeron 1.311,30 millones de toneladas de aceite de oliva. Sin duda, la cifra es tan alta que sorprende. Sin embargo, no es de extrañar si se tiene en cuenta que actualmente en el mundo se consumen más de 3 millones de toneladas de aceite al año. Por tanto, la oferta de aceite de oliva debe satisfacer a toda esa demanda mundial elevada.
España se sitúa como primera potencia a nivel mundial en la producción de aceite de oliva, produciendo la mitad del total. Sólo con mirar 7 años atrás, ya en 2011/2012 nuestro país era el primer país productor del mundo, muy por delante de Italia o Grecia, seguido por Turquía o Siria. La producción de aceite en lo que se refiere a oliva en España, se mueve generalmente entre los 1.000 millones. En lo que va de temporada 2018, van 26,4 mil toneladas. En mercado interior, en España, se produce más aceite de oliva en el mes de enero (2016/2017) con 53,6 mil toneladas seguido de marzo (2016/2017) con 48 mil toneladas y una menor cantidad en el mes de junio (2016/2017) con 26,6 mil (datos oficiales según el Boletín de Mercado del Aceite de Oliva). Sólo en Jaén se producen más de 600.000 toneladas/año. Respecto al mercado exterior, España exportó en la temporada 2016/2017 unas 954,1 mil toneladas. Como conclusión, la producción (para importar y exportar) de aceite de oliva en España tiene un gran peso económico y además de una importante demanda social (25 € al año por persona en aceite, 10 litros) junto a una oferta alta al ser la primera potencia en el mundo.

3. Importancia económica sobre las regiones productoras de aceite de oliva:

El olivar español está presente en 34 provincias de 13 Comunidades Autónomas. Ocupa una superficie de 2.584.564 has, de las que el 96% corresponden a variedades de aceituna para almazara y el 4% restante a variedades para mesa.
La España olivarera está dividida en diez grandes zonas de las que podríamos destacar:
Zona del Picual.- Comprende la provincia de Jaén y las comarcas de Iznalloz (Granada) y Bujalance (Córdoba), la variedad predominante es la Picual que es típica de almazara.
Zona de Andalucía occidental.- Comprende la provincia de Sevilla, la comarca de La Carlota (Córdoba) y las provincias de Huelva y de Cádiz. Es una de las zonas más heterogéneas en cuanto a variedades, pues junto a las de almazara, coexisten las típicas de mesa (Manzanilla y Gordal Sevillana).
Zona Oeste.- Comprende las provincias de Badajoz y Cáceres y las zonas productoras de Ávila, Salamanca y Zamora. Es también una zona bastante heterogénea en cuanto a variedades, en Cáceres predomina la Cacereña que es apta para mesa, y en Badajoz la Morisca (almazara) y la Carrasqueña (apta para mesa).
La vital importancia y potencia del sector oleícola Español al cual se dedican el 5% de las empresas agroalimentarias españolas se muestra en que el sector representa el 9% de sus exportaciones y los olivares ocupan el 14% del suelo agrario español. Andalucía es el principal productor de aceite de oliva español, siendo el oro verde una de sus señas de identidad. Produce el 83% del aceite español y el 32% del aceite mundial, y sus olivares ocupan el 9% de la superficie agraria en España y el 40% de Andalucía.

4. Impacto del sector en el medioambiente

Por otro lado, encontramos el gran impacto medioambiental que supone la producción de aceite de oliva , con efectos negativos tanto en el suelo como en el agua. En el suelo, los efectos pueden ser a su vez sobre sus propiedades químicas (salinidad, acidez, compuestos orgánicos e inorgánicos, movilización de elementos, degradación y absorción de plaguicidas) y sobre sus propiedades biológicas (microorganismos y plantas o cultivos). En cuanto a los efectos sobre el agua, se encuentran relacionados con la concentración, composición y producción estacional.

A pesar de esto, a principios del año pasado 2017, el sector del aceite de oliva español comenzó su lucha contra el cambio climático. Lo hizo a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva, liderando el proyecto europeo PEF (Olive Oil Pilot), una iniciativa para calcular la huella ambiental del aceite de oliva y así conocer su contribución al control de los gases de efecto invernadero que están implicados en el cambio climático.

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